La música siempre ha sido mi forma de conectar con la gente. Lo que empezó como una pasión adolescente entre vinilos y mezclas caseras, se convirtió con los años en mi profesión y mi forma de vida. Hoy, después de cientos de eventos, sigo sintiendo esa misma emoción cada vez que subo al escenario y veo cómo la música transforma el ambiente.
Mi estilo se adapta a cada ocasión, pero mi objetivo es siempre el mismo: hacer que cada persona disfrute, se suelte y viva una experiencia única. Trabajo codo a codo con mis clientes para entender el tipo de evento que quieren crear, desde una boda elegante hasta una fiesta explosiva o una noche más íntima.
Además de técnica y repertorio, me gusta pensar que lo que realmente marca la diferencia es la sensibilidad para leer la energía del público, improvisar cuando es necesario y saber cuándo subir la intensidad… o bajarla. No se trata solo de poner canciones, sino de crear momentos.
Si quieres que la música sea uno de los puntos fuertes de tu evento, estaré encantado de ponerle ritmo y corazón.
